¿Quiénes somos?
Delícia de mel
“Delícia de mel” nace arraigada al pasado y con la necesidad de aportar nuestro granito de arena para ayudar a la sostenibilidad de nuestro planeta.
Mi padre, “l’avi Manel”, hijo de Calders, amante del aire libre y la naturaleza, ya disponía de unas pocas colmenas, fabricadas artesanalmente por él y para el consumo familiar. Fue él quien nos despierta la curiosidad por el mundo de las abejas y la miel. Es con los años y con la idea de iniciar este proyecto, que coincidimos con Mariano, apicultor de tercera generación con mucha experiencia. Mariano cuenta con su propia explotación, pero siempre nos apoya, nos aconseja y gracias a su inestimable ayuda, hemos tenido la oportunidad de introducirnos en el apasionante mundo de la apicultura.
Durante este largo camino y tras compartir muchos momentos, lo consideramos “el padre de nuestras abejas” y por encima de todo, un gran amigo.
En esta simbiosis, cada uno aporta lo mejor de sí mismo. Uno, los conocimientos adquiridos a lo largo de los años, los otros, el empuje para hacer posible la trashumancia de las abejas a lo largo del territorio y todos con la idea de ir aprendiendo en el mágico mundo de las abejas y en el laborioso trabajo del apicultor.
SOBRE NOSOTROS
Disponemos de unas nuevas y modestas instalaciones no industrializadas que nos sirven para ir creciendo poco a poco.
En casa, siempre nos han enseñado que “pollino que nos lleve, y no caballo que nos arrastre”.
Nosotros SI estamos bajo el control de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y disponemos del certificado que acredita la inscripción al Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos (RGSEAA) por lo que podemos afirmar que hacemos una tarea bien hecha, garantizando así la gran calidad de nuestros productos.
Nuestro trabajo como apicultores, empieza con un buen manejo de nuestras abejas. Trabajamos con la abeja negra autóctona, “Apis mellifera Ibérica” y la ayudamos a luchar por su supervivencia (ya que está gravemente amenazada) y también por nuestro presente más inmediato y en especial por el futuro de nuestros hijos y nietos.
Trabajamos con colmenas Langstroth y Dadant y sólo retiramos la miel de las alzas cuando tienen los panales operculados. Dejamos intacta la miel de todo el cuerpo de cría y los cuadros no operculados de las alzas para el bien estar de nuestras preciadas abejas.
Cuando llegamos con los panales a la recepción de nuestro obrador “la meleria”, allí los desoperculamos, extraemos la miel, le hacemos un primer filtrado y la dejamos reposar y terminar de madurar en depósitos.
Pasadas unas semanas, sólo queda envasarla, etiquetarla y llevarla a casa de los clientes, cada vez más exigentes y con la necesidad de saber el origen y cómo se ha producido el producto que consumen.
Tenemos en todo momento controlada y documentada la trazabilidad de nuestros productos para podernos ganar su confianza.